viernes, 24 de julio de 2009

El Juego de Ender

"El Juego de Ender", obra escrita por Orson Scott Card hace ya 23 años, es considerada una de las obras más grandes de la ciencia ficción.

En esta obra, la humanidad corre el riesgo de desaparecer por el ataque de una raza alienígena a la que comúnmente se les llama Insectores. El ser humano busca desesperadamente a una persona capaz de dirigir las tropas humanas en la guerra para destruir a los Insectores. Para ello, a cada niño, al nacer, se le implanta un monitor en la nuca. Con él, el ejército es capaz de ver lo que siente el chico, como reacciona, como piensa... en definitiva, conocerle por dentro mejor de lo que se conoce a él mismo. A partir de aquí evalúan si ese chico es apto para ir al ejército o no, y en el momento en el que lo deciden, se le extirpa el monitor.

Ender, el protagonista, es el tercer hijo de una familia, que viven en una sociedad en la que solo se pueden tener dos hijos. Por ello, es repudiado y odiado por mucha gente. Se le permitió nacer porque sus dos hermanos mayores (Peter y Valentine) fueron prometedores, pero no llegaron a ser del todo útiles. Esperaban que el tercero fuese finalmente el bueno.

Ender Wiggin acaba entrando en el ejército y formándose magistralmente, a pesar de todas las trampas que el coronel Graff, director de la escuela, le pone. Y finalmente, lucha contra los Insectores y los extermina.

El libro es sorprendentemente duro, moral y filosófico. Se pone en duda nuestra inteligencia y compasión, además de nuestra capacidad de conseguir lo que queremos a costa de todo. El libro lo leí con 10 años, y he tardado 9 en releerlo, pero no puedo sentirme más impresionado con él. Con una prosa sencilla, fluida y directa (nada de florituras barrocas) consigue introducir al lector en el mundo de Ender, en su personalidad, sus miedos, su vida.

Es lectura recomendada para todo el mundo, absorbente, y da que pensar.

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