viernes, 24 de julio de 2009

Ninja Blade, otra grata sorpresa

Presentado en el Tokyo Game Show del año 2008 y lanzado unos pocos meses después, Ninja Blade fue otra apuesta japonesa para Xbox 360. Con From Software poniendo el talento y Microsoft la pasta, el juego no podía tener mejor pinta: los creadores de O·to·gi + dinero = juegazo asegurado. O eso debieron de pensar los de Microsoft. Y toda esta idea se cumplió... a medias.

Las notas del juego correspondían con la opinión del público: un juego notable, divertido, pero sin alardes de ningún tipo. Una criatura de Frankenstein que bebe de obras maestras del género como Devil May Cry o Ninja Gaiden, y de otros menores, como God of War (sé que este comentario me puede costar la vida, pero es mi blog, ergo mi opinión).

Pues bien, sin apenas personalidad propia, el juego es la bomba. Es sencillo (que no fácil), directo y espectacular, con una duración aceptable dentro del género (entre 8 y 10 horas) y variado, dentro de los límites autoimpuestos por el género.

Argumento

El juego nos situa en el futuro 2015. Comienza contando una historia sobre una plaga de parásitos encontrada en África que tuvo que ser erradicada, pero por desgracia, se han ido encontrando desde entonces varios núcleos en otras ciudades. Los efectos de dicha plaga son la transformación y dominación del inquilino en algo que detesta a la humanidad y desea infectarla en su totalidad. Nosotros encarnamos al joven Ken, un ninja perteneciente a un grupo que trabaja para el Gobierno. El juego comienza luchando en una zona de Japón, y desde ahí se desata el argumento típico: traiciones, desengaños, gente que no es lo que parece, etc. Nada del otro jueves, pero bien contado.

Jugabilidad

El juego contiene dos partes: Quick Time Events (QTE a partir de ahora) y zonas de combate. Los QTE son escenas de vídeo en las que hay que pulsar el botón que salga en pantalla para realizar la acción correcta. De algún modo sustituye las secuencias de vídeo, haciéndolas totalmente interactivas. Esto es norma general en el juego, y en cualquier momento aparece. Un sonido y un acercamiento de la cámara a los ojos de Ken indican que un QTE está a punto de aparecer.





Mientras, el componente mayoritario son las zonas de combate. El juego consiste en avanzar y matar. Punto. Tenemos varios combos, podemos jugar con el entorno, y contamos con 3 tipos de espadas y un shuriken, al que podemos usarlo con distintos efectos. El uso de las 3 espadas en combate es fundamental, puesto que hay enemigos que para acabar con ellos necesitas el uso de un arma concreta. Hay técnicas especiales para rematar enemigos, podremos devolver proyectiles, etc. Todo lo que un Ninja necesita saber hacer, vaya. Poco más que decir, ya que el control responde correctamente.




Por lo demás, nos encontramos con flipadas varias (que no diré para no quitar la sorpresa) y zonas de plataformeo sencillotas.

La duración del juego, como ya dije, es de entre 8 y 10h, pero con una dificultad lo suficientemente alta para que no sea, ni de lejos, un paseo. Por lo demás, en este apartado cumple bastante bien lo que se espera de él, sin apenas originalidad, eso sí.

Gráficos

Aquí entramos en uno de los aspectos más controvertidos del título. Gráficamente no es la panacea, pero no solo eso, sino que tiene una cantidad de defectos impropia de un estudio como From Software con presupuesto. Hay popping, a veces la cámara arruina todo y es algo tosco en general. Que es pasable, sí, pero le hace bajar bastantes enteros en el momento en el que empieza a afectar a la jugabilidad. No soy muy ducho en estos temas como para hablar técnicamente, por eso lo comento de pasada, pero sencillamente, no está a la altura de las circunstancias.

Respecto al diseño, no me fascina, pero dampoco me disgusta. La paleta es relativamente escasa, pues abusa de negros, verdes y plateados (recordando a Matrix), y plantea una ciudad ciberpunk cercana a la de Akira. Los personajes no rebosan carisma precisamente, pero tampoco son horribles. Justitos, sin más. Es un apartado muy personal, así que dejo mi opinión sin complicarme más.

Sonido

Aquí vuelve a remontar el vuelo. La banda sonora, bastante épica por cierto, raya a buen nivel, estando como y cuando tiene que estar, sin desentonar un ápice. Seguramente no pase a la historia, pero no deja de estar muy por encima a lo que nos tienen acostumbrados ahora.

Los efectos sonoros son otra cosa. Y no por malos, sino todo lo contrario. Los choques de espada, el sonido de tu katana cortando la carne de los enemigos, el fuego, los saltos, golpes, caídas... todo suena nítido y claro, como debe ser. Uno de los apartados más brillantes que he tenido el placer de oir jamás.

Conclusión

No pasará a la historia, pero me ha sorprendido. Esperaba algo peor y me he encontrado algo carente de originalidad pero sobrado en diversión. Pasé unos días totalmente enganchado a mi Xbox 360, hasta el punto de haberlo terminado ya 3 veces (y lo que te rondaré, morena). Por el precio que lo compré, 20€, no merece la pena ni pensárselo. Siempre y cuando te guste el género, claro.

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